Los estudios realizados por la Firma FEF Consultores CSP sobre el estado del Edificio Oso Blanco concluyen que la estructura es insalvable porque está en un estado e inestabilidad tal que constituye un riesgo a la seguridad de las personas que lo visiten u ocupen y está en riesgo inminente de colapso.

Los estudios y hallazgos fueron publicados el pasado mes de marzo y presentados el pasado viernes en reunión entre el Director interno del Fideicomiso de Ciencia, Tecnología e Investigación (FCT), Iván Ríos Mena, el Colegio de Arquitectos y Decanos de las diversas facultades de Arquitectura de la Isla, como parte de un proceso de diálogo que comenzó el pasado año.

 “El deterioro de la losa, lo inadecuado de la cantidad y distribución de las vigas de hormigón, la corrosión del acero, el desgaste y resquebraje del cemento y el deterioro de las juntas y el armazón del edificio son condiciones que ponen la estructura en un riesgo inminente de colapsar y representan un peligro a todas las personas que entren al edificio” indicó  el Ingeniero Estructural Jorge Lázaro, de FEF Consultores.

Por otra parte, “la estructura está desgastada a tal punto que mantenerla en pié solamente, sin siquiera contemplar utilizarla en el futuro, costaría alrededor de $20 millones” añadió el ingeniero estructural.

Los hallazgos de los estudios, el peligro que representa para la seguridad y el costo multimillonario que conllevaría el poder mantener la estructura en pie aún sin que pudiera utilizarse, llevaron al FCT a la decisión de la demolición de la misma.

Como parte de la decisión de demolición, suscrita en un Memorando de Entendimiento entre el FCT y la Oficina Estatal de Preservación Histórica (PRSHPO), encargada de buscar maneras de evitar, minimizar o mitigar cualquier efecto adverso sobre una propiedad que sea considerada histórica para cumplir con las disposiciones de la Ley Federal National Historic Preservation Act, se establece también la preservación de elementos históricos colocados en el interior del edificio. “Como parte del proyecto, se preservarán el pórtico, los murales y los vitrales los cuales formarán parte de una exhibición permanente en los predios de la Ciudad de las Ciencias” indicó Ríos Mena.

Ante preguntas sobre si es posible la preservación del edificio, Lázaro indicó que el edificio es insalvable y que para mantener el edificio en pie, necesitaría cubrirse el mismo con estructuras externas que sirvieran para apuntalarlo, por lo que haría que el edificio como tal ni siquiera fuera visible a simple vista. “Sería imposible reutilizar la estructura sin que haya nueva construcción y esto hace que de por sí no se mantenga el valor histórico de lo que se busca preservar” añadió la Arqueóloga Aida Belén Rivera.

Se espera que la demolición y preservación de los elementos históricos finalice en marzo del 2015, a un costo de 4 millones de dólares. La exhibición permanente de los elementos históricos preservado estará abierta para el público en dos años, según el acuerdo de FCT con PRSHPO.

Ciudad de las Ciencias

La Ciudad de las Ciencias se vislumbra como un espacio para la comunidad científica que incluirá unidades para vivienda, laboratorios y comercios. Estará ubicado en el corazón de lo que se conocerá como  El Corredor del Conocimiento, una zona especial que incluye también al Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR), al Jardín Botánico y al edificio de Ciencias Moleculares de la UPR; además del Centro Comprensivo de Cáncer, que ya está en construcción.

El plan para esa zona contempla tener de este modo un conglomerado de instalaciones dedicadas al desarrollo de proyectos de ciencia, investigación, educación y comercialización de tecnologías, que se consideran piedras angulares para expandir las oportunidades de desarrollo económico de Puerto Rico.

 La inversión para la construcción de la Ciudad de las Ciencias se estima en $1,799 millones, destinado para la construcción de la infraestructura,  los laboratorios, las viviendas y otros proyectos relacionados. En el proceso se generarán 14,392 empleos directos y 11,153 empleos indirectos durante la fase de construcción.