Por Abel Baerga Ortiz

Uno de los aspectos más frustrantes en la lucha mundial contra el coronavirus es la falta de un tratamiento aprobado contra el patógeno. En la actualidad, no existen medicamentos para controlar su entrada a nuestras células, ni tampoco para detener su propagación dentro de nuestro cuerpo. Tampoco existe ninguna droga que pueda prevenir la infección entre profesionales de la salud que llevan varios días de exposición constante al virus. Sin embargo, hay esperanza de que puedan desarrollarse y aprobarse tratamientos de manera oportuna para combatir esta pandemia. Claro, hay que tener paciencia. Los ensayos clínicos para evaluar la eficacia de un medicamento suelen tomar tiempo ya que tienen que ser conducidos bajo estrictas guías universales para la protección de sujetos humanos y tienen que ser diseñados para que rindan información que sea confiable y reproducible.

No debe sorprender que ya en diversas partes del mundo están corriendo ensayos clínicos para la aprobación de un medicamento contra el coronavirus. Incluimos un resumen de los tratamientos experimentales que están más adelantados o que guardan mayor promesa:

  • Cloroquina e Hidroxicloroquina. La cloroquina es un compuesto que está en uso desde el año 1947 para el tratamiento y la prevención de la malaria. Suele ser bastante tóxico a dosis altas y tiene muchos efectos secundarios, por lo que se desarrolló un análogo más gentil llamado hidroxicloroquina. La posible utilidad de cloroquina fue identificada por un grupo científico de China que ensayó numerosos compuestos evaluando su capacidad de inhibir la infección con SARS-CoV-2 en células epiteliales cultivadas. En estos ensayos in vitro se evidenció por primera vez la capacidad que tiene cloroquina de inhibir la entrada del virus a las células mamíferas y de inhibir también otros mecanismos de propagación del virus una vez dentro de la célula.

Estos resultados ciertamente levantan el entusiasmo, pero son muchos los compuestos que pueden mostrar promesa en ensayos in vitro sin que eso signifique que podrán ser utilizados en la clínica. La aprobación de un medicamento para uso en humanos requiere de un ensayo clínico. Hace apenas una semana, se reportó un ensayo clínico limitado pero muy prometedor, en el cual el grupo liderado por Didier Raoult de la Universidad de Marsella en Francia, demostró, en un grupo pequeño y no aleatorizado de participantes, la eficacia de hidroxicloroquina (el análogo gentil de cloroquina) en combinación con el antibiótico de amplio espectro azitromicina. Al final del estudio, los seis (6) pacientes que recibieron la combinación de hidroxicloroquina y azitromicina, eliminaron el virus en (5) cinco días.

A pesar de lo esperanzador de este resultado preliminar, la aprobación de un tratamiento a partir de este estudio requerirá que se realicen ensayos con grupos más numerosos de pacientes provenientes de sectores diversos de la población. Actualmente hay varios ensayos corriendo para evaluar con mayor rigurosidad la eficacia de hidroxicloroquina. En la Universidad de Minnesota ya se están reclutando 1,500 individuos para probar la capacidad de hidroxicloroquina de prevenir los síntomas más severos del Covid-19 en individuos expuestos al coronavirus. También en la Universidad de Oxford en Inglaterra ya se obtuvo aprobación para un estudio con 10,000 trabajadores de la salud. El objetivo del estudio es evaluar la eficacia de hidroxicloroquina en prevenir el contagio y la enfermedad entre médicos, enfermeros y tecnólogos de laboratorio. También en Tailandia ha comenzado un ensayo grande para evaluar la eficacia de este formidable candidato. El mundo espera por los resultados de estas pruebas.

  • Otro medicamento que está recibiendo mucha atención es el antiviral remdesivir que fue desarrollado por la farmacéutica Gilead para el tratamiento de virus de Ebola. El mecanismo de acción de remdesivir consiste de interferir con el proceso de replicación del RNA, que es esencial para este y otros coronavirus. De hecho, ya en el año 2017 investigadores de la Universidad de Carolina del Norte y de Vanderbilt habían reportado la habilidad de remdesivir de inhibir la replicación de los coronavirus responsables del SARS y MERS en células pulmonares cultivadas. El mismo equipo de investigadores demostró también la capacidad de remdesivir de mejorar función pulmonar y de reducir la carga viral en ratones infectados con el coronavirus de SARS. Actualmente hay tres ensayos clínicos de Remdesivir en China y en Estados Unidos para evaluar eficacia en pacientes con Covid-19.
  • Terapias con anticuerpos. Las terapias con anticuerpos, también conocidas como inmunización pasiva, consisten en inyectar una dosis de un anticuerpo conocido que puede específicamente localizar y atacar el virus una vez inyectado, previniendo así su progreso y replicación. Contrario a los medicamentos antes mencionados que ya existían para el tratamiento de otras enfermedades, los anticuerpos se tienen que desarrollar específicamente para el patógeno que pretenden atacar, por lo que todos los anticuerpos terapéuticos contra el SARS-CoV-2 son totalmente nuevos. Por esta razón, la terapia de anticuerpos contra el SARS-CoV-2 todavía está en su etapa de desarrollo fundamental y no se espera vayan a ensayos clínicos hasta de aquí a unos cuantos meses. Primeramente la empresa japonesa Takeda (la farmacéutica más antigua del mundo) desarrolla el producto TAK-888 que contiene anticuerpos purificados de sangre de pacientes recuperados. Los anticuerpos son extraídos de sangre donada por pacientes recuperados. Estos anticuerpos son procesados para eliminar impurezas ,posibles toxinas y alérgenos, y finalmente inyectados de manera intravenosa a un paciente de Covid-19. Una de las limitaciones de esta estrategia es lo impredecible que puede ser la disponibilidad de sangre de pacientes recuperados. También las empresas AbCellera y Eli Lilly ya han aislado la friolera de 500 anticuerpos monoclonales. La empresa está en vías de evaluar esos 500 anticuerpos para ver cuál es el más eficaz en un ensayo in vitro antes de proceder con la evaluación del compuesto en animales y finalmente en pacientes humanos. Finalmente, al empresa Regeneron también desarrolla un coctel de anticuerpos para uso en humanos. Las ventajas de las terapias de anticuerpos es que son muy específicas contra el virus, tienen relativamente pocos efectos secundarios y su historial de seguridad es muy bueno. Entre las desventajas, está su costo que puede ser muy alto y que tienen que ser administrados por la vía intravenosa.

Debemos estar esperanzados en que se están habilitando diversas avenidas para el tratamiento y la erradicación de este contagioso y mortal coronavirus. Su eventual erradicación será otro triunfo para la ciencia y la salud pública.

(El autor es Catedrático del  Recinto de Ciencias Médicas de la UPR, Investigador del Centro de Ciencias Moleculares y Director de Programa en el Fideicomiso de Ciencias)